La construcción de una cocina tradicional completa, con los componentes tradicionales, y que ya están perdiéndose. La idea es que los visitantes puedan apreciar cómo el Emberá de hace siglos solucionaba su necesidad de alimentos, y compartirla con los visitantes.
Se trata de un bohío sobre palafitos, con todos los componentes esenciales para la elaboración y el servicio de los alimentos:
- El fogón integrado sobre lecho de tierra, con sus troncos, parrilla de madera para ahumar y secar carnes, aves y pescados, y toda la utilería de cocina y servicio: pailas, ollas, totumas, platones, bateas, mecedores, pinzas de madera para asados, y la despensa o mueble tradicional para guardar los víveres, enseres, platos, y otros.
- Las barbacoas, piraguas viejas ubicadas a las orillas del bohío, en las cuales se siembran las especias y plantas para té: culantro, oreganón, ajíes, yerba buena, limoncillo, toronjil, tilo, paico, mastranto y otros. Todo se organiza a manera de jardín de consumo.
- El comedor. Sillas tradicionales para el servicio a los comensales, a manera de área social, en cuyo centro va una mesa con viandas, frutas, vasos, jarras de refrescos o chichas, con lo cual se complementa los alimentos. En una esquina va el motete para desechos, y en la entrada el recipiente con agua de hojas de limón para lavarse las manos.
- El balcón corrido. Elaborado con troncos, varas y bejucos entrelazados, para darle mayor vistosidad a la instalación.
- La bienvenida o regalo al visitante. Colgado del techo va un racimo de guineo (patriota, manzano, primitivo u otro), o bien sobre la mesa una batea con fruta de temporada (guabita de monte o amarilla, mangos, zapote o mago Emberá, aguacate, mamey, naranjas, piña, trozos de caña de azúcar, marañones, mamones, marañón curazao, maracuyá silvestre, u otra de temporada, bien para degustación o como postre tras la comida.
- La amplia escalera de acceso, con pasamanos.
- Los otros implementos. Bajo el bohío se ubica el pilón y la mano de pilar arroz o maíz, la piedra de machacar y su batea grande y gruesa, los motetes de cargas verduras, las tulas para conservar jugo o miel de caña de azúcar, la máquina de moler con su mesita y batea, y otros enseres. A un costado estará el trapiche tradicional.
Este proyecto tiene un costo estimado en B/.23,000.00 – veintitrés mil Balboas, y la empresa tiene derecho a colocar una placa con su nombre, por un periodo no menor de cinco años. También será invitada al Acto de Inauguración del Proyecto, con entrega de un certificado de Reconocimiento.